Dicen que el país esquina con vista al mar vende su último gran balcón fernandino. El 27 de febrero, en la Bolsa de Comercio, Héctor Bavastro remata un padrón de 40 hectáreas al norte de la playa Chihuahua, con 1.000 metros de frente sobre el mar. Los vendedores han dicho que no queda otro de esas dimensiones en la orilla.
Hace rato que suenan inverosímiles los relatos del novecientos que aseguran que al este del Solís Grande no había más que arena; arena que terminaba cubriendo todo lo que se pretendiera levantar en esa costa, arena que asfixiaba los tímidos jardines que intentaban erigir los pioneros, arena que fueron domando heroicamente tipos como Antonio Lussich y Enrique Burnett, sujetándola bajo infinitas oleadas de pinos, hasta convertirla en tierra de provecho.
La arena que ahora ...
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