Quienes estuvieron en la XIII Asamblea General de Derechos Humanos, llevada a cabo el 28 de agosto, dicen que el ambiente de tensión se instaló en el primer minuto y ahí se quedó durante las ocho horas que duró la reunión, que consistió en un rosario de cuestionamientos a un Consejo Directivo (CD) que aguantó como pudo las críticas que, una sí y otra también, hicieron las más de 80 organizaciones de la sociedad civil que integran la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo (INDDHH).
Algunos resumen el encuentro como la puesta en evidencia de la debacle que vive el organismo como resultado de la intervención del poder político (véase el recuadro). Debacle, dicen, porque la INDDHH avanza decididamente a convertirse en un mero órgano de promoción de los derechos en det...
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