Fútbol, violencia y política
El fútbol uruguayo entró en crisis de forma abrupta. Mujica pateó el tablero al ordenar que la Policía no fuera más a las tribunas, pero también terminó inclinando la cancha a favor de Casal. Las disputas internas del gobierno se exteriorizaron una vez más en una trama que vuelve a enfrentar a mujiquistas y astoristas. En medio de esta situación, el fútbol.
La seguridad en las canchas, por la que dirigentes de clubes y políticos se rasgan las vestiduras, fue la excusa para perpetrar lo que algunos protagonistas definieron como un “golpe de Estado” orquestado desde hace tiempo en la calle Guayabos, sede de la Asociación Uruguaya de Fútbol (auf). Fue el pretexto para terminar de acorralar al ejecutivo presidido por Sebastián Bauzá, hostigado hace mese...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate