Días atrás el presidente carbonero largó –muy suelto de cuerpo– que el de este domingo “será el penúltimo clásico con Peñarol de local en el Centenario”. Es que Juan Pedro Damiani afirma que las obras del estadio aurinegro vienen –según él– avanzando a buen ritmo, y no tardará el día en que haya que trasladarse hasta Jacksonville para disfrutar de la “fiesta popular”. Y claro está que el día que eso pase –o acaso antes– Nacional hará lo propio. Lo que nos lleva a cuestionarnos los pros y los contras de este fenómeno. Para comenzar vale acotar que, aunque pueda no resultar cómodo para la mayoría de sus hinchas, ni para las empresas de transporte suburbano que deberán reforzar sus servicios los días de partido, el hecho de que Peñarol tenga su estadio propio habilitado viene a cubrir un “va...
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