“Casi un gigoló”
Pibe narizón, veterano, con aire melancólico, del que uno sabe poco qué puede estar pensando o sintiendo. John Turturro escribe, actúa y dirige esta película1 en la que cuenta con Woody Allen como partenaire, y nada menos que como una especie de cafisho que lo convence de ligarse por dinero a féminas acaudaladas de las que Woody –acá un librero en ruinas llamado Murray Schwartz– tiene noticias gracias a su dermatóloga, la primera fémina en cuestión. Turturro, que en la ficción se llama Fioravante –y es además florista, lo que da el tono de cómo entiende el humor el libretista y director–, se aplica con delicadeza y buena gana a la tarea encomendada, que hay que suponer no le cuesta demasiado. Porque la primera clienta –la dermatóloga– resulta ser Sharon Stone, que a los c...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate