“Fango”
El abaratamiento de las tecnologías y la mayor democratización de conocimientos e insumos para filmar una película, en la última década, han tenido una doble repercusión: en primer lugar el cine ya no es concebido por una elite de individuos de buen pasar y bien relacionados, sino que el espectro social de los cineastas parece haberse ampliado. En segundo lugar, esto ha cambiado los enfoques. Si antes era extraño que se filmaran películas en barrios marginales y periferias, hoy las cámaras parecen mucho más orientadas en esa dirección. Pero no se trata de un cine social a la vieja usanza (bueno, también hay cineastas que hacen un poco de eso), sino de uno que se vale de los parámetros de los géneros clásicos. Así, películas brasileñas como Ciudad de Dios y Tropa de elite, la parag...
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