Con Abel García
Vende sus discos en los ómnibus, para no transar con disquerías. Abel extraña los tiempos en que el canto popular, del que fue destacado representante, unía a los artistas, y brega, tanto en su música como en el programa radial que conduce,1 por un urgente retorno a la espiritualidad.
—Después de mucho tiempo sin cantar volviste en plan boy scout, librado a la autogestión.—No quise enredarme con discográficas, marketing, todo eso. Agarré una camioneta, metí un equipo eléctrico con batería, que me permitía actuar hasta en los campings, y arranqué a trillar toda la costa de Rocha y parte de Maldonado. Tocaba donde pintara, sin cobrar caché, repartía sobres y cada corazón ponía lo que cada bolsillo sugiriera. Gané mucha libertad con eso. En 2003 hice mi primer disco, Amares,...
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