La economía está estancada y la industria en retroceso. Los cuatro años de Dilma Rousseff fueron mediocres: la reforma agraria pasó al olvido, creció la criminalización de la protesta, la salud y el transporte están en crisis. Sin embargo, lo más probable es que la presidenta sea reelecta en la segunda vuelta.
“Existe un mito de un Brasil donde todo va bien, cuando en realidad la situación es bastante diferente”, sostiene el sociólogo Ricardo Antunes. “Es un país donde la desigualdad social se mantiene muy alta. Hay una gran concentración de la renta.” De ese modo matiza índices que dicen que la desnutrición bajó de 10,7 a 5 por ciento, que los pobres extremos eran 17,5 y ahora son sólo 3 por ciento.
Como muchos brasileños, Antunes no duda de que los gobiernos de Dilma Rousseff y Luiz Inác...
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