Hace 16 meses el empresario asumió el mando quinquenal en nombre del Partido Colorado con un crédito electoral muy ventajoso, contra un deslucido candidato del Partido Liberal, una fuerza agónica que ha ido perdiendo su carácter de rival para convertirse en un aliado vergonzante al encabezar el golpe de Estado de junio de 2012 contra Fernando Lugo.
La pérdida de capital electoral del mandatario es algo que se reconoce en primer lugar en las propias filas coloradas, sometidas a su mayor atomización desde 1950, cuando comenzó a construir el poder absoluto que mantiene hasta hoy.
Cartes subió con muchos votos, pero también con mucha fragilidad política. Lo hizo alquilando al Partido Colorado, al que había ingresado apenas un par de años antes de las elecciones de abril de 2013, y al que forzó...
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