Georges Wolinsky tenía 80 años, “Cabu” andaba en los 70, Stéphane Charbonnier no llegaba a 50 y “Tignous” apenas los superaba: representantes de dos o tres generaciones de humoristas gráficos franceses fueron exterminados el miércoles en un atentado que diezmó a la revista satírica “Charlie Hebdo”, golpeada en plena reunión de su redacción. El asesinato colectivo de los dibujantes (“un acto fascista, sólo los fascistas matan a los bufones”, comentó el analista español Santiago Alba Rico) fue atribuido de inmediato a grupos integristas musulmanes que se la tenían jurada a esa publicación desde que hace ocho años publicara caricaturas del profeta Mahoma. La masacre provocó reacciones unánimes e indignadas en casi todo el mundo, denunciando un ataque hediondo a la democracia y la libertad de ...
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