La derrota trae una resaca costosa. Para el Partido Socialista francés, la bofetada recibida en las elecciones departamentales de finales de marzo significó un nuevo retroceso electoral después de los ya estrepitosos de 2014 en las municipales y europeas. Nada reconcilia al peuple de gauche (el pueblo de izquierda) con el socialismo gestionario y neoconservador que está en el poder desde 2012. En la última cita electoral los socialistas y sus aliados ecologistas pasaron de tener 1.600 consejeros departamentales a menos de mil. En esa pérdida entran departamentos históricos de la izquierda y otros arrancados antaño a la derecha después de duros combates. Pero la izquierda socialista se deshace elección tras elección como un castillo de arena roído por el viento y las olas. La izquierda fran...
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