Adiós a un raro raro - Semanario Brecha
Cultura Suscriptores

Adiós a un raro raro

El 19 de junio murió el escritor Gley Eyherabide (1934-2015). A su muerte quizás su nombre sea poco conocido por las nuevas generaciones, pero hace dos décadas se ocuparon de sus libros Rosario Peyrou, Elvio Gandolfo y Pablo Rocca, y antes Jorge Ruffinelli y Graciela Mántaras, que fue su esposa.

Gley Eyherabide

El 19 de junio murió el escritor Gley Eyherabide. Nacido en Melo en 1934, Eyherabide estaba en sus 30 cuando Ángel Rama lo puso en la antología Cien años de raros y lo emparentó con los surrealistas, los behavioristas anglosajones y los objetivistas franceses. A diferencia de otros jóvenes antologados que, o se llamaron a silencio creativo –Héctor Massa– o derivaron en otras tradiciones narrativas, como Tomás de Mattos, Eyherabide persistió en escribir lejos de los cauces más realistas, y persistió en el cuento. Sacó varias colecciones de ellos: El otro equilibrista (1967), Allá bien alto (1984), El otro equilibrista y otros equilibrios (2004), llegando cerca del centenar de relatos. A su muerte quizás su nombre sea poco conocido por las nuevas generaciones, pero hace dos décadas se ocupar...

Artículo para suscriptores

Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social

Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.

Suscribite ahora

¿Ya sos suscriptor? Logueate

Artículos relacionados

Edición 2089 Suscriptores
La precarización laboral de los trabajadores de los medios de comunicación

Un fierro caliente

Edición 2089 Suscriptores
Uso de testaferros e incumplimiento de plazos legales en la venta de la radio del MPP

Vuelta de tuerca

Edición 2089 Suscriptores
Con la doctora en Ciencias Sociales Luciana Zorzoli

Es necesario «un derecho colectivo sobre los datos»

Edición 2089 Suscriptores
Habrá «financiamiento sano» para los sueldos atrasados en los refugios

En cuotas con interés

Edición 2089 Suscriptores
Trabajadoras sexuales reclaman derechos y autonomía

No sin nosotras