“—Señora – anunció Jeremías. La llama el señor Ángel Rama por teléfono.
—¿Ángel Rama? … –me quedé desconcertada, con el último Vogue en la mano. Y con la otra agarré el libro de Cortázar que estoy hojeando hace pocos meses.
—¡Ángel!… ¿Qué es de su vida? –le dije metiendo el Vogue atrás de un almohadón–. Justo me llama cuando estaba leyendo a Cortázar, ¡tan excitante! Figúrese, Rama, que yo no estoy de acuerdo en que la simbiosis literaria tenga algo que ver con el subdesarro…”
El diálogo, improbable por el inusual contrapunto, pertenece a Mónica por Mónica (1967), una compilación de columnas de humor publicadas originalmente en la revista Peloduro y el semanario Marcha, a cargo de Elina Berro (1923-1971). Reeditado ahora junto a otro pequeño libro suyo en la misma tónica, Mónicas prontas d...
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