Son las doce y el almuerzo está en la mesa. Alcides, Lantelme y Lilián se acercan a la cocina y disfrutan el puchero que su madre les preparó. Afuera está lindo, aunque frío, por eso se abrigan en abundancia antes de partir a estudiar. Las dos mujeres, más grandes, llevan a su hermano pequeño rumbo a la escuela. A unas pocas cuadras de su casa, ubicada en Cornelio Cantera entre Jaime Cibils y Gilbert, se encuentra la escuela número 107, Costa Rica. Allí lo dejan antes de seguir rumbo a la Escuela Industrial, donde estudian corte y confección.
En la escuela Alcides se siente a gusto. Siempre pulcro, con su túnica blanca limpia y su moña azul a punto. En la clase conversa con algún compañero, pero su conducta es intachable. Sus padres nunca recibieron una queja, ni tuvieron que llamarle la a...
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