La apropiación de recursos naturales que son extraídos por medio de una serie de violencias, atropellando derechos humanos y derechos de la naturaleza, “no es una consecuencia de un tipo de extracción sino que es una condición necesaria para poder llevar a cabo la apropiación”, señala atinadamente Eduardo Gudynas. Y se lo hace sin importar los impactos nocivos en términos sociales y ambientales, incluso económicos, de los proyectos extractivistas. Por cierto muchas veces ni siquiera se considera el agotamiento de los recursos y sus posteriores consecuencias.
Es preciso entender que los extractivismos no se limitan a los minerales o al petróleo, los hay también agrarios, forestales, pesqueros e incluso turísticos.1
Neoextractivismo. En los últimos años, conscientes de algunas de las patolog...
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