La historia comienza al compás de una cámara que, en plena noche, se cuela por las calles desiertas de una ciudad europea donde se encuentra un teatro cuyas puertas traspone. De allí en adelante todo habrá de transcurrir dentro de tal recinto. En la semipenumbra se observa a un hombre (Mathieu Amalric) que se dispone a partir en el preciso momento que entra una mujer (Emmanuelle Seigner), cuya tardanza para la prueba de actrices que realiza el primero, director y adaptador de una obra de próximo estreno, no consigue otro comentario que el de “Vuelva a intentarlo en otra ocasión”. Ante la insistencia de la recién llegada, el hombre, incómodo y hasta molesto frente al tono estridente de la voz de ella, así como de su aspecto francamente vulgar, accede con reticencia a tomarle la letra del pa...
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