Las dos almas de las izquierdas - Semanario Brecha
Destacados Suscriptores

Las dos almas de las izquierdas

In extremis, la izquierda radical catalana decidió acordar con la coalición Juntos por el Sí para constituir un gobierno que ponga en marcha el camino hacia su independencia de España. A cambio obtuvo que quedara a un lado Artur Mas, el anterior presidente catalán símbolo de las políticas de ajuste aplicadas en la región. Pero ese triunfo puede ser pírrico.

Carles Puigdemont recibe el mando de su predecesor Artur Mas, el martes 12 de enero / Foto: AFP Lluis Gene

Cuando faltaban apenas horas para que caducara el plazo legal para formar gobierno (de lo contrario habría nuevas elecciones), todos los diputados independentistas (62 de la coalición de Junts pel Sí y diez de las Candidaturas de Unidad Popular, Cup) dieron su apoyo a un candidato alternativo al presidente saliente Artur Mas, Carles Puigdemont, y Cataluña cuenta desde el domingo con un nuevo gobierno que se comprometió a sentar las bases para su secesión de España en un plazo de año y medio.

Los líderes de las Cup, un partido asambleario habitualmente calificado de “ultraizquierdista” que se define a la vez como independentista y anticapitalista (véase Brecha, 18-XII-15), defendieron el acuerdo. “Hemos enviado a Mas y al pujolismo a la papelera de la historia”, dijeron en referencia al ...

Artículo para suscriptores

Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social

Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.

Suscribite ahora

¿Ya sos suscriptor? Logueate

Artículos relacionados

Edición 2006 Suscriptores
Las cifras de embarazo infantil en Uruguay

Siguen siendo niñas

Edición 2006 Suscriptores
El movimiento obrero argentino frente al gobierno de Milei

¿Cómo parar la motosierra?

Edición 2006 Suscriptores
Pedro Sánchez, el resucitado

Un maestro de la escena

Edición 2006 Suscriptores
Plebiscito: una cuña entre el Frente Amplio y los movimientos sociales

Nos habíamos amado tanto