El proyecto se basaba en tres cuentos –“joyas”, según Petit de Murat–: “Una bofetada”, de 1920, “Un peón”, de 1924, y “Los destiladores de naranja”, de 1926. En 1939 el ascendente Mario Soffici dirige el filme, que se llamó Prisioneros de la tierra y que fue rodado en Misiones, producido por Pampa Films y estrenado ese mismo año.
Soffici evocaba, años después, la celeridad y oportunidad del filme: “Se pudo hacer en un efímero páramo de libertad y que en diez, veinte o treinta años posteriores hubiera sido tildada de peronista o comunista o no se hubiera podido filmar”.
FILME EJEMPLAR. La crítica ha convenido en considerar al filme como uno de los mejores de la historia del cine argentino. Jorge Luis Borges, uno de sus primeros críticos, no escatimó elogios en su artículo aparecido en la re...
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