No es que Frédéric Beigbeder (Neuilly-sur-Seine, 1965) sea un paparazzi, y mucho menos aun un paparazzi exitoso. De ser así, al menos las cartas que Oona O’Neill, hija de Eugene y viuda de Chaplin, dirigiera a J D Salinger hubieran conseguido salir de su escondite en Suiza para constar, extraordinarias, entre las bobas imaginaciones con que se ha tejido esta historia. Una suerte de contrapunto o cruce novelado entre varias vidas y cuya inspiración se confiesa a su vez de naturaleza autobiográfica. Beigbeder es conocido por unas cuantas novelas (dos de ellas distinguidas con los premios Interallié y Renaudot), y es el autor de ese gran éxito de ventas que se llamó 13,99 euros. Una vez cerrado el libro, desde la solapa su sonrisa algo tonta e impune convence sobre su parecido con lo que escr...
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