Desde que Barack Obama asumió la presidencia, en 2009, Estados Unidos realizó 473 ataques con drones en países que técnicamente no están en guerra con Washington, como Pakistán, Yemen, Somalia y Libia. En ellos murieron entre 64 y 116 civiles y 2.581 combatientes. Hubo, además, otros ataques con aviones no tripulados en Irak, Siria y Afganistán. Sobre ellos esta vez no se divulgaron datos, porque al ser “zonas de guerra” las acciones están allí supervisadas por el Pentágono. Este informe, de la Dirección General de Inteligencia, dependiente de la Casa Blanca, es el primero que se difunde sobre el programa de “ataques selectivos contra blancos terroristas” a partir de aviones sin tripulación.
Las cifras de las Ong que actúan en el terreno son bastante mayores: según ellas, en el mismo perío...
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