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El gobierno recibió con beneplácito la posibilidad de que se instale una nueva pastera en el país. En un momento de estancamiento económico, la inyección de 4.000 millones de dólares (la mayor inversión de la historia en Uruguay) aparece para el Ejecutivo como un regalo del cielo. Sin embargo, el entusiasmo no es unánime.

Montes del Plata / Foto: Leónidas Martínez

El pasado 14 de julio la empresa finlandesa Upm comunicó la posibilidad de construir una segunda planta de fabricación de celulosa en Uruguay. Para ello dijo que está en conversaciones con el gobierno nacional y que la inversión sería de 4.000 millones de dólares, pero a diferencia de cuando se instaló en Fray Bentos, dio a conocer un requerimiento básico: que la planta cuente con una infraestructura que permita que sus productos sean trasladados, preferentemente vía ferrocarril, a un puerto de aguas profundas, en este caso el de Montevideo. Para cumplir con el requisito, la administración nacional deberá desembolsar 1.000 millones de dólares. Upm instaló su primera pastera a orillas del río Uruguay sin plantear estas exigencias y fue la empresa quien eligió el emplazamiento. Lo distinto e...

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