“Desde Neruda ha habido pocas figuras en la poesía chilena de estas últimas décadas que hayan llevado la poesía y la historia latinoamericana a un horizonte tan extremo como la de Raúl Zurita”, ha dicho el jurado al adjudicar el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda al autor de Purgatorio, Anteparaíso, La vida nueva, Zurita. Y es verdad que Zurita puede pensarse como un legítimo heredero de Pablo Neruda. Su fe en la poesía, su dimensión política, la ambición cósmica y abarcadora de sus versos, una poesía que se anima a ser épica, su chilenidad, una biografía dispuesta al mito y, porque a pesar de las obvias diferencias, ambos comparten más que una profesión, más que una estética, una forma de vivir como si ser poeta fuese un destino. El premio, sin embargo, que se entrega desde 2004...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate