“Váyase corriendo. Todavía no saben quién es usted. De momento no es más que una muchacha rubia sin identificar”, le aconsejan en medio de la tribulación a la primera heroína de estas tres historias, tres almas anónimas que están a punto de vivir puntos de inflexión en sus vidas. Esa advertencia marca un poco el tono de los relatos: una suerte de inminencia, una sombra incómoda que va impregnando cada cosa alrededor. Esa atmósfera responde a la turbulencia interior de las protagonistas, a un cierto desasosiego o deriva vital, pero también a la aspereza e incertidumbre de la vida misma, y a la presencia de personajes inquietantes que adulteran notablemente el destino de estas muchachas. Y Modiano (Boulogne-Billancourt, 1945) es un experto en lograr esto último, en dosificar minuciosamente l...
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