El juego de la provocación histórica - Semanario Brecha
Cultura Suscriptores

El juego de la provocación histórica

Quentin Tarantino aborda la historia de modo lúdico pero reduccionista y se escuda en un humor negro que simula provocación pero es siempre funcional a Hollywood. En nombre del entretenimiento, guerra y esclavitud se convierten en asuntos de buenos y malos.

Quentin Tarantino / Foto: AFP, Tiziana Fabi

La carencia de referentes en el cine comercial de la actualidad ha ido colocando a Quentin Tarantino en un sitial, en otros tiempos reservado para unos pocos, donde industria, crítica y público parecen coincidir. Tarantino es, desde hace aproximadamente dos décadas, un intocable ubicado casi por unanimidad en el mismo nivel de directores –como Martin Scorsese o Francis Ford Coppola– con obras de una pericia y un subtexto mucho mayores. El devenir del cine mainstream de las últimas décadas y la proliferación de algo parecido al cine pero que no lo es –sagas interminables hipertróficas en efectos al borde de la epilepsia y carentes de cualquier tipo de diseño de personajes o progresión dramática– terminan por confundir la maestría con el ingenio, haciendo pasar simples películas por obras ma...

Artículo para suscriptores

Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social

Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.

Suscribite ahora

¿Ya sos suscriptor? Logueate

Artículos relacionados

Edición 2089 Suscriptores
La precarización laboral de los trabajadores de los medios de comunicación

Un fierro caliente

Edición 2089 Suscriptores
Uso de testaferros e incumplimiento de plazos legales en la venta de la radio del MPP

Vuelta de tuerca

Edición 2089 Suscriptores
Con la doctora en Ciencias Sociales Luciana Zorzoli

Es necesario «un derecho colectivo sobre los datos»

Edición 2089 Suscriptores
Habrá «financiamiento sano» para los sueldos atrasados en los refugios

En cuotas con interés

Edición 2089 Suscriptores
Trabajadoras sexuales reclaman derechos y autonomía

No sin nosotras