La burocracia militar continúa desplegando toda su artillería al servicio de la lentitud. El objetivo: evitar que se juzgue en la interna militar el comportamiento de los represores condenados por violaciones a los derechos humanos. El punto es que, al hacerlo, autoridades y militares de alto rango han contravenido sus propias normas, más específicamente el Reglamento de los Tribunales de Honor de las Fuerzas Armadas.
La primera contravención la cometió el recientemente fallecido ministro de Defensa Nacional, Eleuterio Fernández Huidobro, quien dilató más de cinco años la convocatoria a tribunales de honor para militares ya condenados a 20 y 25 años de penitenciaría por 28, 29 y 37 homicidios especialmente agravados, según el caso. Obviando que el reglamento explícitamente establece que el...
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