“Me causa gracia... gracia y pena, todo el bruto discurso antiglifosato que apareció el año pasado porque la Organización Mundial de la Salud dijo que podría ser cancerígeno”, comentó a Brecha Fernando García Préhac, decano hasta el año pasado de la Facultad de Agronomía.
Como se recordará, en marzo de 2015 la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, un organismo dependiente de la Oms, clasificó al herbicida dentro de las sustancias “probablemente” carcinogénicas (entre las cuales también sitúa al mate, si el agua con que se lo ceba supera los 65 grados centígrados, y a las mismísimas carnes rojas).1
Según el agrónomo, la alarma que la declaración generó podría ocultar “otras cositas”. Un mes antes del dictamen las acciones de la estadounidense Monsanto, principal productora...
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