Apenas 12 meses de gestión le bastaron al empresario Mauricio Macri y a su gobierno de gerentes para desarticular los restos de un Estado de bienestar emparchado por 12 años de kirchnerismo; la deuda pública aumentó a niveles similares a los tiempos de la dictadura militar, el gobierno avanzó sobre conquistas laborales de medio siglo, intentó minar los logros judiciales en materia de derechos humanos, y los índices de pobreza y desempleo se colocaron en guarismos similares a los del año 2001, el de la “crisis histórica”. La lucha contra la inflación, uno de sus principales caballitos de batalla cuando asumió el gobierno, por ahora la perdió. Y tampoco pudo bajar el desempleo o atraer inversiones, a pesar de haber abierto la economía como se lo reclamaban los empresarios y desregularizado l...
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