En la actividad del jueves pasado en la sala Atahualpa del Teatro El Galpón, Eugenio Barba terminó reflexionando sobre el adormecimiento que ve en la mayoría de los grupos teatrales latinoamericanos frente a la situación que vive el mundo actualmente, siendo que esos mismos grupos supieron arriesgarse y pelear desde el arte los horrores de las dictaduras. Estas palabras, dichas en la expresividad de Barba, contagiaban responsabilidad. Sin duda trasmitían tristeza, desencanto, decepción, al mismo tiempo que dejaban intuir las posibilidades aún vivas de crear sociedades mejores. ¿Qué pasa al convertir esa observación en pregunta? Decir ¿cómo puede ser que grupos teatrales, que supieron pelear y resistir la cruel opresión de la dictadura, hoy se vean agotados y sin fuerzas para pelear contra ...
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