Casi diez años después de terminar el trabajo de campo, Susana Rostagnol parió 285 páginas que celebran su implicancia como antropóloga feminista y describen cómo el aborto “condensa relaciones de poder que corresponden a la dominación masculina”.
Su nuevo libro1 –presentado a fines de marzo– repasa el extenso trabajo de campo que realizó entre 2003 y 2007 –es decir, mientras el aborto era ilegal– en policlínicas barriales y en el hospital Pereira Rossell2 en una coyuntura que conjugó debates parlamentarios, la ordenanza 369/04,3 el veto de Tabaré Vázquez en 2008 a los artículos que legalizaban el aborto en la ley 18.426 de defensa de la salud sexual y reproductiva, y se extiende hasta el presente, tras aprobarse la ley de interrupción voluntaria del embarazo (Ive) en 2012.
“Mi subjetivida...
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