Perdieron, pero lograron una victoria histórica, porque hará historia. Perdieron porque no llegaron al objetivo: pasar a la segunda vuelta. Les faltaron apenas algunos miles de votos para al menos sobrepasar al representante de la derecha de Los Republicanos, François Fillon, y ocupar el tercer puesto.
Ganaron, porque obtuvieron un 19,58 por ciento de los votos, lo que significa, para Jean-Luc Mélenchon, si se compara con la elección presidencial de 2012, un aumento de más de 8 puntos porcentuales. Pero más allá de las cifras, la campaña de Francia Insumisa de 2017 fue saludada –incluso por sus adversarios– como brillante por su dinamismo, su innovación, la capacidad de los equipos que la asesoraban para delinear el programa y llegar a una extensa y diversificada masa de la población franc...
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