De arranque, cuando un hecho como este se convierte en noticia –porque no es “natural” que una madre le pegue a un docente– y los medios masivos de comunicación le dan categoría de título principal, comienza el escándalo y por añadidura la simplificación. Porque en general se trabaja la noticia en clave de espectáculo: se buscan los detalles más escabrosos y se recogen los testimonios más emocionales posibles, sin preocuparse demasiado de las complejidades sociales y su contexto. A eso le sigue la sobrerreacción ciudadana, la inventiva castigadora y aleccionadora, y la expansión de versiones catastróficas y reaccionarias “ante la realidad que estamos viviendo”. Y como epílogo: el paro automático que ha determinado el gremio (Ademu), desde hace ya un buen tiempo, ante cada agresión física q...
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