El 13 de agosto los argentinos elegirán en primarias abiertas obligatorias y simultáneas (Paso) a su diputado o concejal partidario favorito para competir en los comicios generales de octubre. Así presentado parecería tratarse de un acto cívico dominguero, apaciguado en temperatura política y de poca incidencia. Sin embargo, el peronismo ha decidido utilizar esa herramienta electoral para dirimir cuestiones de hondo calado: el liderazgo del movimiento nacional justicialista y, en consecuencia, cuál es el ropaje programático y la narrativa necesaria para doblegar en las urnas a la coalición oficialista Cambiemos.
“Flaco, me encantaría que fueras vos, pero las encuestas le dan bien a (Daniel) Scioli”, trató de consolar el ex presidente Néstor Kirchner al entonces ministro provincial Florenci...
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