“Es muy cruel. Con lo pesado que es para una familia recibir un diagnóstico de este tipo, imagínese lo que significa cuando a eso se agrega enterarse de que por factores que no tienen que ver con el problema que el chico padece, como la situación laboral de los padres, él está excluido de la posibilidad de un tratamiento adecuado. Las caras de esos padres dicen ‘no entiendo nada’ y el médico desearía decirles que tampoco él entiende”, confesó al cierre de su encuentro con Brecha el doctor Alfredo Cerisola, presidente de la Sociedad Uruguaya de Pediatría (Sup).
El sistema de salud cuenta con un mecanismo que, si bien presenta varias debilidades, permite advertir tempranamente los trastornos en el desarrollo infantil. Desde 2006 funciona en Asse el programa Seguimiento de Recién Nacidos de A...
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