En el año 2008 la argentina Samanta Schweblin (1978) ganó el premio Casa de las Américas por su segundo libro de cuentos, Pájaros en la boca, reeditado hace poco. Para narrar la extrañeza que la define, la autora cultiva una escritura contenida, de apariencia sencilla, colonizada por voces narrativas que con un tono casi impasible dan cuenta de los cruces entre lo fantástico y lo real. Con esta estrategia Schweblin ha ido confirmando su talento y su capacidad para moverse libremente dentro de los límites que ella misma se impone, opción que privilegia lo que no tiene explicación. Pero si su mirada se posa siempre en lo insólito, no en todos los casos sus personajes se mueven en situaciones hostiles a la lógica racional. Pueden habitar un mundo parecido al “real”, y lo raro, entonces, se en...
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