Hace ya una semana que el barrio Capurro está más solitario que de costumbre. Y aunque para algunos esa quietud es sinónimo de paz y tranquilidad, hay otros que intentan quebrar el silencio ya que, a su entender, más que seguridad implica un orden artificial, ajeno a cualquier comunidad sana y viva. La causa de este silencio barrial es la denuncia por ruidos molestos contra el centro cultural La Cuadra que un grupo de vecinos de la zona hizo a mediados de julio.
El centro cultural se encuentra en la calle Dragones, en el corazón del barrio, y surgió a comienzos de 2014 como una propuesta alternativa a las que los montevideanos estaban acostumbrados a recibir. Un grupo de mujeres y hombres jóvenes que deciden vivir juntos (es decir, que no conforman el prototipo de familia: padre, madre e h...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate