En nuestra cultura la muerte se oculta, como se oculta el cadáver en velorios cada vez más cortos mientras se promulga la eterna juventud del cuerpo y los infinitos placeres posibles. Es lógico entonces que los temas de la muerte y de la autopsia alejen a algunos lectores; es preferible leer sobre otros aspectos de la realidad humana. El interés seguramente retorna cuando se abordan temas de la seguridad y de la calidad de la atención médica. Pues bien, de eso se trata la autopsia científica: de la seguridad.
A diferencia de otras culturas el cuidado que debería recibir el cadáver es un punto que lentamente va quedando olvidado en nuestra sociedad. Pero de todas maneras hay un trasfondo compartido, de respeto hacia el cuerpo muerto, incluso más que si estuviera vivo, porque el cadáver desd...
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