Aunque el contenido de las conversaciones entre Canadá, Estados Unidos y México para la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Tlcan o Nafta por sus siglas en inglés) permanecerá secreto durante al menos cuatro años luego de una eventual entrada en vigor, ya se puede entrever que las recién iniciadas conversaciones entre las partes serán posicionales y asimétricas. Posicionales, porque el presidente estadounidense, Donald Trump, puso a México como adversario a derrotar y a quien demandará concesiones sin querer ceder en nada. Canadá se cuece aparte. Y asimétricas, porque las economías que participan en la renegociación tienen distintos tamaños que juegan al momento de determinar qué entra o no al debate.
Lo que genera aún mayor complejidad es que la renegociación...
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