Endeudamiento desaforado, fuga de capitales y fiesta en el sistema financiero son, por ahora, las tres características que definen el programa económico del macrismo desde su llegada al poder a fines de 2015. El aparato productivo sigue en terapia intensiva y las importaciones desreguladas amenazan con liquidarlo. Sin embargo, en el corto plazo no hay riesgo de estallido social, como ocurrió en 2001. Tres economistas explican por qué.
El brusco cambio de rumbo ideológico en la economía argentina ya está mostrando sus resultados en los indicadores económicos que lentamente se comenzarán a sentir también en el bolsillo cotidiano de los ciudadanos de a pie. En los 22 meses de gestión de Mauricio Macri en la Casa Rosada, Argentina acumuló una deuda de 120.000 millones de dólares y salieron del...
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