La historia de Sandra Ferrini se hizo bastante conocida a partir de 2015, después de estrenada la película Tan frágil como un segundo, que gira en torno al tema de la trata de personas y la esclavitud sexual. Es una uruguaya de 57 años, sobreviviente de una red de proxenetas que la llevó a Europa y la obligó a prostituirse en condiciones de extrema violencia. “Yo fui a Italia en el mismo momento que salió la investigación de María Urruzola. Fui con la promesa de que en seis meses me dejaban en paz. Pero allá conocí la violencia de verdad”, dijo en diálogo con Brecha. Según cuenta, desde niña su madre la explotaba sexualmente con vecinos y familiares, y vivió hasta los 37 años sin saber “que tenía derechos”. Literalmente esclavizada, trabajando de cuatro de la tarde a cuatro de la madrugada...
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