Cercado por un enorme dogmatismo ideológico de ausencia de alternativas, en ocasiones con un absurdo tono triunfalista, el bicentenario del nacimiento de Marx permite recuperarlo, tal como ocurrió el año pasado con los 150 años de El capital, y de ese modo contribuir a abrir la observación de la realidad social. Así es que en el marco de aniversarios –y crisis, como la de 2008, que permiten despertar del sueño capitalista abruptamente– vuelve el interés por su figura y se acumulan numerosos trabajos a nivel mundial para la ocasión. En este escenario: ¿qué es posible agregar sobre los ríos de tinta ya volcados? ¿Qué aspecto considerar entre las múltiples aperturas y posibilidades de reflexión que ofrece su trayectoria y obra?
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Bordeando la peligrosa inutilidad de la reiteración, puede es...
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