Los Juegos Olímpicos llegan a Londres marcados por la psicosis del terror y la pérdida de control provocadas por las complejidades de esta época y la dificultad del Comité Olímpico Internacional para adaptarse, ya que está encorsetado por un ideal de pureza que no existe y en realidad nunca existió.
Hace ya mucho tiempo que el amateurismo quedó por el camino. La declaración de que los participantes eran becados universitarios en Estados Unidos y obreros fabriles en la vieja urss sólo escondía distintos tipos de profesionalismo que ahora al menos tiene el sinceramiento de todos. Todos son profesionales, desde los gigantes de la nba, Federer y Nadal, hasta nuestros atletas, que mediante apoyos estatales, becas otorgadas por el Comité Olímpico de diversas formas y el apoyo de empresas, p...
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