Mitt Romney, el aspirante republicano a la Casa Blanca, eligió a un duro, a un durísimo, como compañero de fórmula para las elecciones del 6 de noviembre en Estados Unidos. Paul Ryan es uno de los referentes del Tea Party, el conglomerado ultraconservador que ha ido ideológicamente copando a los republicanos. De por sí la elección de un teapartista ya era todo un símbolo. Un segundo fue la escenificación belicista de la ceremonia de proclamación, con los dos hombres bajando por las escaleras del buque de guerra uss Wisconsin, al son de música de fanfarria militar. Y un tercero: la juventud de Ryan, un político de 42 años que encarna la renovación del partido de Ronald Reagan y de los Bush. Nacido en una familia de abogados, licenciado en economía y ciencias políticas, católico, diputado d...
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