La vieja dama indigna - Semanario Brecha
Edición 1395 Suscriptores

La vieja dama indigna

Cuando Julian Assange ingresó al edificio de ladrillo rojo en el que funciona la embajada de Ecuador en Londres, al atardecer del 19 de junio pasado para pedir asilo político al gobierno de Rafael Correa, comenzaba un conflicto político-diplomático que con el paso del tiempo fue creciendo. El fundador de Wikileaks estaba obligado a presentarse todos los días en una comisaría y a pasar la noche en casa de un amigo en la que había fijado residencia. El hombre se encontraba en libertad provisional en espera de su extradición, ya concedida por la justicia inglesa, a Suecia, que lo reclamaba para juzgarlo por una denuncia de violación que habría sido cometida dos años atrás, en 2010, cuando el australiano había dado una serie de conferencias en Estocolmo. Pero Assange negaba haber violado a na...

Artículo para suscriptores

Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social

Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.

Suscribite ahora

¿Ya sos suscriptor? Logueate

Artículos relacionados

Edición 2006 Suscriptores
Plebiscito: una cuña entre el Frente Amplio y los movimientos sociales

Nos habíamos amado tanto

Edición 2006 Suscriptores
El PIT-CNT después del 26 de abril

La chance

Edición 2006 Suscriptores
Las jubilaciones que ofrece el sistema de capitalización individual

¿Cuánto pagan las AFAP?

Edición 2006 Suscriptores
La visión de la responsable de la regularización de los asentamientos

Una hipótesis

Edición 2006 Suscriptores
El uso de herramientas digitales en las campañas electorales

La impulsividad del scroll