En el proceso de afianzamiento de políticas de seguridad ciudadana alternativas a la mano dura, pero que sean efectivas y no meramente declarativas, el ministerio del Interior se apoyó, en los últimos días, en la emblemática figura de Antanas Mockus y su exitosa gestión cultural en Bogotá.
“El sicario no es un autodidacta”, descerrajó Mockus desde el atril del Paraninfo de la Universidad. En su opinión, detallada en el libro Antípodas de la violencia* que presentó el 24 de agosto en Montevideo en compañía de la plana mayor de la cartera del Interior, existen tres “anillos de seguridad” que funcionan de forma concéntrica: la autorregulación o regulación moral, la mutua regulación o presión colectiva y, si las anteriores fracasan, la policía y la justicia.Por eso se propone trabajar en ...
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