Bienvenido, Mr Robert - Semanario Brecha

Bienvenido, Mr Robert

The Old Man & the Gun. David Lowery, Estados Unidos, 2018.

The Old Man & the Gun. David Lowery, Estados Unidos, 2018.

Fue el rubio espléndido que era ladero de otro rubio espléndido, Paul Newman, en Butch Cassidy (1969); el que seducía a Jane Fonda en Descalzos en el parque (1967); a Barbra Streisand en The Way We Were (1973); a Lena Olin en Habana (1990)… Bueno, la lista es larguísima, y ese rol de galán alcanzó por lo menos para llegar a 1998 y enamorar, cómo no, a Kristin Scott Thomas en El señor de los caballos. Ahora Robert Red-ford está viejo y anunció que la de esta película1 sería su última actuación en cine. Como ya lo ha dicho antes no se sabe si hay que creerle o no; en todo caso, este senior no perdió el pelo –que impresiona por su abundancia y hace que, de lejos, parezca joven– ni tampoco las mañas, porque aquí, de una manera asordinada y calma muy apropiada a su edad y a su papel, sigue trabajando de seductor. No sólo para ganarse la simpatía y algo más de Sissy Spacek, a quien encuentra en una carretera y con la que entablará una especie de amistad amorosa, sino, y ese es el detalle de la película, de sus víctimas y aun de sus perseguidores. Es visible la simpatía que, poco a poco y a su pesar, va generando en el policía encarnado por Casey Affleck ese personaje escurridizo que sonríe amablemente a cajeros y cajeras mientras sugiere una pistola –que la tiene, pero sin balas–. Redford encarna a un delincuente sui generis: ladrón vocacional, un tipo que pasó la vida robando bancos siempre sin violencia y con delicadas atenciones hacia los funcionarios que debían entregarle el dinero. Pasó la vida es un decir, porque también buena parte de su vida transcurrió en distintas prisiones, de las que se escapó 18 veces. Si alguien pone todo esto en un libreto de ficción, sería acusado de exagerado y ajeno a la realidad. Pero el asunto es que Forrest Tucker –así se llama el personaje– realmente existió, realmente fue un amable ladrón que siguió robando después de tener 70 años y realmente escapó 18 veces de la cárcel.

El director David Lowery, también coautor del guion junto con David Grann, compone un relato calmo, con una estética muy años ochenta –cuando ocurrieron los ¿últimos? asaltos de Mr Forrest–, pautado por un humor zumbón y también muy sereno, muy apto para la sonrisa y no para la risa. Todo está construido como un homenaje al veterano actor, desde la presencia, como sus compinches, de otros veteranos queribles (Danny Glover y Tom Waits) hasta hacer que su última evasión sea a caballo –hay que ver las veces que Robert Redford actuó desde la montura de un caballo–, homenaje que se hace explícito en dos oportunidades: cuando el policía Affleck revisa el legajo de su perseguido, y desfilan varias fotos del actor con distintas edades, y cuando este le cuenta a Sissy Spacek de sus fugas y se enseñan varias escenas de películas que al espectador memorioso le evocarán directamente algunas en las que actuó Robert Redford.

Es que la identificación entre el personaje y el actor no podía ser más contundente. Forrest no robaba por el dinero, al menos en esos finales de recorrido. Queda claro que es para él una diversión, un placer, y mientras pueda va a seguir procurándoselo. Tampoco el actor Redford tiene necesidad de actuar, y desde hace rato. Hacerse el gusto con los guiños de este filme gratificante y sencillo no es casi nada, al fin, frente a lo que hizo en Cuando todo está perdido (2013), en la que lleva sobre sí, él solito y en un barco, a oficio puro, un peliculón que es un prodigio de suspenso sostenido. De modo que el anunciado adiós, de pronto, no se cumple.

1. The Old Man & the Gun. David Lowery, Estados Unidos, 2018.

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