Distintas autoridades del sistema de privación de libertad de jóvenes infractores han intentado modificar sin éxito la noria de abusos, corrupción y violación sistemática de los derechos humanos que suceden en la opacidad sórdida de los centros de detención. Nuevas denuncias han enfrentado otra vez a los denunciantes con el sindicato (suinau), donde consideran “buchones” y “traidores” a los que rompen el cerco de silencio.
El caso de Fabián Tomé fue denunciado directamente a la justicia en mayo de este año por un funcionario del centro de privación de libertad Cemec. Según el acta de conocimiento del expediente penal (número 156/2012), el adolescente denuncia que el funcionario José Albín, “a cambio de llevarle cigarrillos, bebidas gaseosas y objetos similares, le succionaba el pene (...
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