En agosto de 1969 comenzó en Irlanda del Norte lo que los locales llaman “los problemas”. Durante casi tres décadas ese conflicto armado enfrentó a los partidarios de una Irlanda unificada y a quienes quieren permanecer en Reino Unido. Veintiún años después del fin de los Troubles, el sectarismo todavía está presente. Veintiún años después, católicos y protestantes continúan divididos.
La oficina del
paro de Royal Avenue, en el centro de Belfast, está casi vacía. Con una tasa de
desempleo de 5,4 por ciento y un Pbi
per cápita de 23.700 euros, Irlanda del Norte es relativamente rica. En
Belfast, fuera del centro se vive casi como en un pueblo. Campos de golf en
parques urbanos, casas bajas y niños que juegan solos en las calles dan una
sensación de paz escandinava. Es sólo un espejismo: cat...
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