Encerrados, incluidos afuera, es como suelen sentirse los escritores uruguayos en un país tan chico como el nuestro. En Uruguay los inicios de una carrera literaria son más fáciles que en otros lados –aunque seguramente pocos nóveles autores estén de acuerdo–. Es menos difícil la primera visibilidad; lograr que un libro debutante sea reseñado es más fácil aquí que en Argentina o en España y siempre hay expectativa por la literatura joven o nueva. Es después que se complica.
El techo es bajo. Una buena reputación, un éxito de público, no cambian la vida de un escritor uruguayo, que como el mar siempre va a estar recomenzando. Entonces, la posibilidad de ser editado afuera es una aspiración que se confunde con la de disponer del tiempo para escribir, con el sueño de vivir de la literatu...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate