“Quizá dentro de cien años un chino pueda ganar el premio Nobel”, decía lacónico en 2008 Mo Yan, entrevistado por José Reinoso para El País de Madrid. En 2000 lo había obtenido Gao Xingjian, pero a la hora de las comunicaciones muchos consideran que su opción por la nacionalidad francesa hace que en verdad sea este año el estreno chino en la lista de los distinguidos por la Academia sueca. Las noticias que llegan parecen explicar ese efecto inaugural: leer a Mo Yan pretende la promesa de comprender la enormidad de la cultura china.
HAMBRE Y SILENCIO. El flamante Nobel nació con el nombre Guan Moyen en 1955, en Gaomi, un condado pobre de la provincia costera de Shandong donde ambientó muchas de sus novelas y donde lo encontró la noticia, en casa de su padre, que tiene 90 años. P...
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