En Italia cada año es más difícil para una mujer ejercer el derecho a interrumpir el embarazo. Hoy en día más del 70 por ciento de los médicos se declaran objetores de conciencia, un instituto previsto por la ley 194 de 1978, que permitió la interrupción del embarazo. Con el paso de los años la garantía de la objeción de conciencia ha revelado ser un verdadero impedimento a la posibilidad de ejercer ese derecho. En algunas regiones del sur católico del país, la objeción entre los médicos trepa hasta el 85 por ciento. En decenas de casos se ha descubierto que médicos –por cierto muy católicos– oficialmente objetores de conciencia en los hospitales públicos, practicaban abortos ilegales en estructuras privadas. Los pocos médicos que aceptan cumplir con la ley se encuentran en situaciones pr...
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